#SumarAnimales

Si a algo estamos acostumbrados en EQUO es a oir cosas como “ahora no toca” o “eso no vende”, pero también una de “no te metas en jardines”. Será porque nuestras propuestas son un vergel en el desierto programático de nuestro sistema político. La defensa de la ecología, el feminismo, el decrecimiento, y sobre todo, los derechos de los animales ven cuestionada constantemente su prioridad o su conveniencia política en la sociedad, las políticas y las organizaciones. Incluso en aquellas que se dicen transformadoras.

Hay cuestiones que hay que abordar sí o sí, sin tener en cuenta un cálculo de rentabilidad política, electoral, mediática o de popularidad de tratar. La justicia social y ambiental, la igualdad o la ética no deben estar nunca supeditadas a ninguna otra circunstancia. Son un objetivo en sí mismas y han de ser los principios guías de toda acción política. Y en su caso, de la no acción política, porque el no actuar es también una forma de hacer política.

Y es lo que pasa con los derechos de los animales y su bienestar. Que la tradición, la inercia y la costumbre en la forma de hacer las cosas pesan más que los principios éticos, y no hay voluntad de modificar, corregir y erradicar prácticas anacrónicas que se han aceptado sin el menor sentido crítico. Establecer una nueva relación entre el ser humano y los otros seres vivos del Planeta, es una de las decisiones más transformadoras que existen y una de las menos consensuadas y/o valoradas, por pura inercia diría yo.

Y sin embargo acciones como prohibir festejos taurinos, desmercantilizar y descosificar los animales de compañía o regular la cría y sacrificio de los animales destinados a consumo humano deberían ser puntos ineludibles de los programas que aspiran a transformar la sociedad. Hagámoslo desde lo más profundo, desde los valores y actitudes más enraizadas: las de dominación, las de poder, las de desprecio por la vida. Sustituyámoslas por otros más constructivos como el respeto y la empatía.

Esto no está reñido con los grandes retos políticos, sociales, económicos y ecológicos, al contrario. Los valores que como sociedad nos marcan nuestra relación con los animales no son sino reflejo de los valores que definen las relaciones socio-económicas que nos han traído hasta aquí. Hasta la urgencia social y la crisis del sistema.

Lo tengo claro, hay que #SumarAnimales.

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Rosa Martínez

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  • Rosa Martinez fue un placer haberte conocido, personas con coherencia que viven como piensan y además con conciencia y sensibilidad por lo común y por lo colectivo para beneficio de todos, y sobre todo contribuir a poner nuestro granito de arena en defensa de una sociedad más comprometida con el medio ambiente, con la Justicia Social y Económica, son valores que mejoran el presente y el futuro de todos los seres humanos, los recursos son limitados y si no comenzamos a ser conscientes de ello nos envolveremos en la vorágine de este sistema socialmente injusto al que nos ha llevado este sistema de individualismo, consumismo, y que no respeta el medio ambiente si no hay por medio intereses económicos o ven algún filón con el que puedan especular para seguir enriqueciendose unos pocos y empobreciendo cada vez a mas al resto, nos dejamos atrapar sin darnos cuenta y cuando nos atrapan apretan la cuerda para que nos creamos que debe ser así, y no pensemos que otra forma de hacer y ejercer es posible, para que existan oportunidades para todas las personas, es el comienzo de un tiempo nuevo y en este has de estar Tu ahí, se necesitan gente así, me recarga las pilas ver que mujeres como Tú deciden dan este paso y ADELANTE SIEMPRE…¡¡¡, cada furstación que te sirva para coger más impulso y ser más fuerte merece la pena, SUERTE¡¡¡

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