En enero de este año conocíamos el “cierre temporal” de la ACB de Sestao. De repente el dumping chino o el precio de la energía, pasan a ser elementos estratégicos de una política industrial errática, improvisada y que no ha sabido leer hacia donde va la industrial mundial. Una serie de decisiones políticas y la política de Arcelor Mittal de privilegiar otras plantas en el mundo han dado como resultado que la ACB una de las más eficientes, rentables y sostenibles de Europa vea amenazado su futuro. La solución no es económica ni empresarial, es política.